Sale el carbón, pero entra el diésel: la paradoja que acompaña la esperada salida de la central Bocamina II
El Coordinador Eléctrico realizó un análisis para determinar medidas en la Zona de Concepción por la indisponibilidad de una línea y pronto retiro de la carbonera.
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Este viernes se vivirá un hito en el proceso de descarbonización de Chile. Ese día se desconecta la última unidad a carbón de Engie Chile en Tocopilla y, además, se retira la central de carbón Bocamina II de Enel que debió postergar su salida por el complejo escenario de abastecimiento eléctrico. De hecho, esta última será la primera empresa chilena en dejar 100% la generación a carbón.
Pero, en medio de las buenas noticias, este mes se abrió una paradoja, ya que si bien se avanza en despedir el carbón, se daría la bienvenida al diésel.
El Coordinador Eléctrico, organismo que supervisa la operación del sistema, emitió un documento -al que tuvo acceso DF-que entrega los resultados de un análisis orientado a determinar las medidas operacionales a implementar en la Zona de Concepción para garantizar su operación.
Esto, a consecuencia de la reciente indisponibilidad forzada de la línea 1x220 kV Hualqui-Lagunillas, cuya normalización provisoria estaría para la primera quincena de noviembre y en diciembre la normalización definitiva. Lo anterior, sumado al pronto retiro de la central Bocamina II.
En la minuta, se sostiene que, con las condiciones operacionales de este mes, central Bocamina II en servicio a mínimo técnico, la Zona de Concepción puede ser abastecida sin generación local adicional (diésel), manteniendo el criterio de seguridad N-1. Por otra parte, en ausencia de la central Bocamina II, habría horarios durante el día con demandas en la zona mayores a las demandas de corte, en los cuales no se podrá seguir operando con criterio de seguridad N-1.
En este caso, se agrega, se deberán adoptar medidas de mitigación promedio de la ejecución de maniobras operacionales que permitan radializar las cargas abastecidas por los transformadores de poder 220/154 kV de las SS/EE Concepción, Hualpén y Lagunillas.
“Para efectos de mantener enmallada la Zona de Concepción, con ausencia de central Bocamina 2, las demandas deben ser menores a las demandas de corte (...) y adicionalmente se requiere el despacho, por control de transferencias, de las centrales térmicas (diésel) Coronel, Horcones y Newen”, se plantea.
Incluso, entre las modelaciones, se muestra que, estando Bocamina II fuera se servicio, y con la indisponibilidad de la línea 220kV Hualqui-Lagunillas, “solo en un 8% de las horas de día laboral se podrá operar sin el despacho de las centrales Coronel, Horcones y Newen”.
Fuentes comentan que la línea fue vandalizada hace algunas semanas, coincidiendo con una zona importante como es la Octava Región y con la salida de Bocamina. Por esto, el organismo emite un escrito a modo de advertencia que apunta a que, al no cumplirse el criterio de seguridad, esto obliga a forzar la operación de unidades en diésel.
La zona en cuestión se abastece principalmente de Bocamina II. Por esto, al retirarla, tendrá que suministrarse -dicen conocedores- con más energía renovable y con otras plantas que puedan operar de noche que serán diésel.
En definitiva, la situación tendrá una connotación ambiental y económica. En este último caso, ya que cambiará el esquema operacional del sistema, haciéndolo más caro. Esto sin contar que se podría agregar otro riesgo hacia fin de año: los incendios forestales.
El análisis de los expertos
Para el socio director de la consultora energiE, Daniel Salazar, “lo que se advierte para la Octava Región es una manifestación más de los dolores que traerá consigo el proceso de retiro del parque generador a carbón, y que mientras no se adopten medidas estructurales, se seguirán repitiendo”.
Salazar señala que el proceso de retiro del parque generador a carbón “requiere hacerse cargo de las condiciones para que dicho retiro ocurra sin poner en riesgo la seguridad y eficiencia económica, como tampoco el absurdo que significaría mayores niveles de emisión de CO2”.
Según el consultor de Valgesta, Ramón Galaz, la minuta del Coordinador es bastante clara respecto de los efectos que tiene retirar unidades que son de base. “Más allá de las necesidades de descarbonizar, que nadie está contra eso, creo que aquí releva el hecho de que es importante hacer los análisis previos antes de hacer el retiro de plantas de base o principalmente carbón, porque esta genera efectos”.